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12 de julio de 2012

Inútilmente, me niego ha afrontar la realidad.

Me niego ha reconocer que mi corazón no sabe a donde huir, no quiero vivir esa mala inquietud de saber a donde va a llegar esta amargura.
A recordad los rasguños que con el tiempo, dice la gente, que se curarán.
A admitir que no fui la mejor de tus cómplices, pero lo intenté.
A entregarte de nuevo todo lo que viví, ya no solo piensas en mi.
A darme cuenta de que estoy entre la espada y la pared, y la vida me ha dejado en espera, no puedo creer que me duela hasta respirar.
No puedo creer que a mi me cueste, y tu pases facilmente, y extraño las caricias de tus manos, pero solo y unicamente eres tu, y te quiero a tí.


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