Lo mucho que nos queríamos, lo mucho que hubiésemos dado el uno por el otro, más allá de toda esa mierda del para siempre...Ahí estabas tú, superior a todo. Infinitamente grande. Cuanto te quise, cuanto hubiese dado por verte sonreír, cuanto dejé atrás y ahora en que ya nos hemos distanciado, que ya no hay remedio alguno, no puedo recuperar nada. He causado daño, tanto a los demás como a mi misma y dar marcha atrás es imposible. Estamos en manos del destino por muy jóvenes que seamos y nuestra piel este llena de vitalidad, somos las presas más fáciles de manejar. Nos dejamos llevar por los sentimientos, 'frágiles como pompas de jabón'. Crees que también te va a querer, que te va a ver a ti entre tanta multitud como hiciste tú. Hay imposibles que no se consiguen y que con los años, las caídas, experiencias y la madurez, te das cuenta que es mejor así.
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