Ese tren se fue completo de momentos que tanto quería.

Ya nada era igual, los recuerdos y la memoria ahora se basaban de otros hechos.
Me fui por un tiempo, para olvidar los malos momentos, apartarme del mundo, rememorar viejos tiempos.
Observé la vida pasar, como un tren que va completo, me paré a pensar, que todo aquello era incierto, me colé en los rincones mas oscuros de mi memoria, esos que tan profundos se encontraban y que tan borrados estaban.
En fín, tanto tiempo para darme cuenta de las tonterías de la vida, volví, no quería remover el pasado mas, me encontré con la sorpresa de que parecia que en vez de alejarme por una vez de mi vida cotidiana, me fui casi un año a otro planeta.
Y entonces fue cuando miré a la vida y le dije que me fui por diversas circunstancias, pero que he vuelto, con la cabeza bien puesta sobre los hombros, dispuesta a ser feliz.
Ya nada era igual a antes, todo parecía tan cambiado, pensé que el destino me quería dar otra oportunidad o que tan solo era yo que tanto tiempo estuve separada del mundo que me olvidé de las cosas que tan grande me hacían, me olvidé de lo que verdaderamente merecía la pena recordar.